Acordeón para apostar en 2027
Siete preguntas para detectar señales de ajuste antes de la siguiente reforma electoral
En 2024, un trader francés conocido como French Whale apostó +45 millones de dólares en Polymarket a que Donald Trump ganaba la presidencia de Estados Unidos. Thèo, el trader, no tenía acceso a datos confidenciales ni encuestas privadas. El marco de su apuesta era que el voto republicano seguía subestimado. Su respaldo eran encuestas locales de comunidades que reflejaban el ánimo de lo que decían los vecinos. Al parecer mejor que los modelos tradicionales.
La ballena operó en contra de la lógica tradicional. No creía en la sofisticación de los que hacían las líneas de apuesta. Su ventaja estaba en pensar menos complicado. Sus movimientos empujaron el precio de la victoria de Trump al +60%.
Eso logró dos cosas. Primero, hizo que la apuesta por Kamala Harris se viera más atractiva y llamara la atención de jugadores sofisticados. Segundo, instaló la percepción de que el mercado político sabía más que los datos duros.
Ganó Trump. Pero independientemente del resultado, lo relevante es cómo Thèo construyó su jugada, inyectando dinero para desplazar el 50/50 que seguían calculando muchos modelos. Esa mitad y mitad era como una moneda al aire, y como ya he escrito en otras notas, ese tipo de predicciones son una caja negra.
Entender esto es relevantísimo en política. Sobre todo por la ventaja con la que operan los mercados políticos durante las elecciones.
Hace unos días escribí largo y tendido al respecto. Ahondé sobre los patrones que se siguen y la diferencia entre ponerle dinero a un partido político o a un candidato. En la estructura y el proceso en el que crees. Y como el French Whale, muchas veces el valor puede estar en apostar algo que está ahí y no se ve tanto. Al final esa es la ventaja que buscan todos los que buscan ganar un margen de manera inteligente.
Esa lógica está muy presente en nuestro terreno electoral, aunque no lo visualicemos así. Más ahora que antes, derivado de la advertencia de Claudia Sheinbaum de cambiar nuevamente las reglas del juego reduciendo o eliminando el fondeo público a los partidos y reducir el número de representantes.
Si eso sucede, no únicamente cambia la forma de jugar, sino los incentivos y la forma de medir la percepción. Pueden cambiar los que juren que las elecciones son un volado, un 100% seguras o hasta irrelevantes.
Imagínense si hubiera habido un ajuste así en Estados Unidos antes del proceso electoral. ¿Cómo hubiera apostado Thèo en Polymarket a que Trump llevaba el voto popular si Biden hubiera reformado la forma de entrada de apoyos personales a los candidatos? ¿Qué hubiera pasado si EEUU reducía sus cámaras y concentraba los votos? Probablemente un par de cosas distintas.
Justo por eso, en la guía práctica para fondear a un candidato cerré con 7 preguntas clave para armar un acordeón de perspectiva política para el 2027, o para cualquier elección. Ahora, quiero aprovechar para contestar cada una de ellas con un enfoque de calibración del mercado mientras estamos a una sana distancia del proceso electoral.
1. ¿Dónde empieza a fluir el capital político antes de que repartan las fichas?
En lo que no es tan obvio. Lo que no se mide en las encuestas tradicionales. En los que desde ahora ya están reclutando a operadores, en los distritos que tuvieron un margen cerrado de competencia en 2021 o 2024 o en los que están haciendo apuestas indirectas posicionando varios perfiles.
Otro síntoma más claro puede ser alguna alianza local del PAN con MC, o un ejemplo más obvio, lo que está haciendo Andrea Chávez con su gira en Chihuahua. También ¿quiénes están posicionados debajo de ella par entrar al quite? En los mercados, eso se llama señal temprana. En política, ventaja asimétrica.
2. ¿Quién está comprando posiciones sin precio de entrada?
Inversionistas que creen en vibes. Es como seguir apostándole a los Patriots porque tienen historia ganadora. Evidentemente no sabes lo que pagas, ni lo que vale.
Muchas personas que fondean la democracia lo hacen por intuición. Apoyan porque tienen un motivo emocional o porque genuinamente creen en el cambio.
3. ¿Quién está diversificando su portafolio narrativo y quién solo está duplicando pérdidas?
Imagina que es 5 de junio, Día Mundial del Medio Ambiente, y vas a apostarle a ganar a todos los equipos que usen un traje hecho de telas recicladas. Tú piensas que estás diversificando tu inversión, pero en realidad estás apalancándote en la misma tesis.
Hay partidos que hacen exactamente esto. Sus mantras son muy conocidos: el sistema está colapsado, Morena es un régimen autoritario y la oposición es la última trinchera. Y sobre esa narrativa montan candidatos, distritos, propuestas, pero no diversifican. Clonan 30 historias, les hacen sus kits de juguete en ChatGPT y pierden.
4. ¿Están apostando por una estructura, una historia o por un proceso que puede replicarse?
Ganar una vez no significa tener estrategia. Ganar dos sin explicarlo, es solo repetir el golpe de suerte. La pregunta clave es si el modelo puede auditarse. ¿Se puede explicar cómo se ganó? ¿Se puede replicar en otro distrito? Si no puedes describir qué parte del proceso agrega valor, entonces no puedes escalarlo. Lo que no se puede auditar no tiene edge.
5. ¿Cuántas veces ha ganado más de una vez el candidato en tu distrito?
La reelección no valida un modelo, valida una tolerancia. Por eso, y otras razones, le hizo cosquillas al sistema político de Morena. Pero si no hay consistencia, es ruido. Puedes tener una victoria outlier, pero la clave está en la tasa de base.
Muchos ganan porque no hay competencia o porque el distrito está capturado. Pero si el equipo de campaña no puede decirte por qué ganaron en 2021, y solo repiten lo mismo en 2024, entonces no hay nada que invertir. Ganar sin entender por qué, es más peligroso que perder sabiendo cómo.
En Benito Juárez, CDMX, el PAN sigue ganando sin refinar su maquinaria. Es cuestión de tiempo para que una fractura ponga en duda ese dominio.
6. ¿Qué parte del partido político tiene un modelo que resiste cambios estructurales?
Esta puede ser la más difícil de contestar con el conocimiento clásico de los partidos. Por ejemplo, ahora que se va a proponer una nueva reforma política, ¿qué partidos podrían sobrevivir cuando se les recorte el presupuesto o cuando se reconfigure la forma de votar a los diputados? Importa quien pueda sobrevivir al rediseño del mapa. Ahí está el valor.
Resisten porque su ventaja no está en las condiciones, sino en el proceso. El mejor ejemplo de esto es el PVEM. Sus operadores entienden el ciclo completo y logran colocar candidatos competitivos incluso cuando no lideran la boleta.
7. ¿Quién sigue simulando pero es puro entusiasmo?
Hay proyectos que emocionan pero no escalan. Como las memecoins, suben porque todos creen, no porque valgan. Pero el mercado siempre corrige. Y cuando lo hace, te deja sin votos. La verdadera estrategia es la que puede sostenerse en un ciclo electoral completo.
Es como un apostador que está buscando tendencias en los juegos de la NFL y mete cinco parlays seguidos en Caliente. No tiene edge, solo mucha adrenalina.
Las apuestas no se ganan por certezas, sino por patrones. La lección que dejó la ballena francesa es que incluso en los mercados más sofisticados, como las elecciones presidenciales de Estados Unidos, pueden ser arrastrados por la ilusión del consenso.
2027 definitivamente, independientemente de la idea sobre el reforzamiento de Morena, tendrá un subtexto muy interesante para quien entienda mejor por qué los demás se están equivocando.