Morena está cerrando sus líneas
Volver a ir al Consejo Nacional no es para institucionalizar al partido, es para calibrar el margen de riesgo
Cada año, una semana antes del Super Bowl, Rufus Peabody1 llega al hotel Westgate de Las Vegas, donde Elvis Presley tuvo su residencia más icónica, con una maleta con un millón de dólares para apostar en los prop bets del partido. Tiene un libreto de 40 páginas para apostar a cosas muy específicas, como si habrá una conversión de dos puntos en el tercer cuarto o cuántas yardas puede avanzar una intercepción en un 3era y 10.
El Westgate, que es el primero de todos los casinos que abre estas líneas, deja que Peabody apueste, porque al final reciben muchísimo más dinero del público entusiasta como tú y yo que no tiene modelos de predicción tan sofisticados. Muchas veces ninguno.
Este nivel avanzado de modelaje y apuesta permite que todas las casas ajusten sus líneas. Sobre todo en un juego como el Super Bowl, que el dinero suele ser pasional y se suelen cerrar las probabilidades a 49-51, como en 2024 con San Francisco vs. Kansas.
Un millón de dólares a probabilidades remotas implica mucho riesgo, pero la ganancia está balanceada para superar el monto de apuesta con un equilibrio. Por eso, el riesgo no está en perder apuestas, sino en perder la ventaja con la que buscan ganarle a la casa.
En política ocurren cosas similares todo el tiempo, y ahorita esto puede ayudar a explicar lo que le está pasando a Morena.
La ventaja que consolidó el movimiento en los últimos años rebasa la explicación de una apuesta bien pensada. Pero su estructura de siempre exprimir el edge es algo que le ha atraído a muchas personas que se dedican profesionalmente al medio. Desde los que fundaron el movimiento hasta quienes aprovecharon para brincar a la plataforma antes de que se siguieran hundiendo en la oposición.
Lo complicado es que esa ventaja está siendo probada en tiempo real y puede ser que las apuestas estratégicas que han hecho no se puedan mantener a largo plazo. Un buen ejemplo de eso son Durango y Veracruz, donde Morena empezó a perder margen sin perder elecciones. Signo claro de que el modelo está agotando su βeta.
Esto lo sabe Claudia Sheinbaum, que en su lógica administrativa quiere imponer orden. Pero el orden no es neutro. Al final es control. Para ello, la presidenta necesita un mecanismo que le permita recibir apuestas de todos, pero con una ventaja de la casa. Dejar en claro que es una ingeniera institucional.
Claudia está actuando como el resto de los casinos, que una vez colocadas las prop bets necesita ajustar su línea para no perder. Aquí hay dos problemas:
(1) El primero es que ajusta con base en lo que las personas experimentadas están observando.
(2) Y el segundo, que las elecciones son un evento que se repite cada tantos años, lo que limita brutalmente el margen para hacer prueba y error.
¿Qué estoy diciendo aquí? Que Sheinbaum debería, y al parecer quiere, comportarse un poco más como Rufus, estableciendo líneas claras de probabilidad. Esto, con un modelo que le permita anticipar algunas reacciones que no mucha gente está dispuesta a ver.
¿Qué es una prop bet?
Las prop bets, o apuestas de proposición, son jugadas específicas dentro de un evento que no dependen del resultado final. Este tipo de apuestas ofrecen más oportunidades de encontrar valor esperado positivo, porque los casinos no pueden monitorear en tiempo real cada jugador, variable y o estadística.
Parte de ello es lo que está proponiendo para la sesión del Consejo Nacional de Morena del próximo 20 de julio. El objetivo central es institucionalizar el control del partido mediante la creación de una Comisión Nacional de Afiliación y Candidaturas, que funcionará como filtro formal para decidir quién entra al partido y quién puede ser postulado a cargos públicos. La idea es dejar de ser movimiento y construir una maquinaria con reglas internas claras, basada en procesos.
En el fondo, es un intento por transformar ventaja electoral en ventaja estructural, aunque falta ver si podrá realmente controlar los instrumentos que diseña o si se convertirán en cajas negras en su contra.
Entonces, ¿cuáles son las prop bets que tendría que colocar? Si yo fuera a alocar esa cantidad de recursos, partiría de tres cosas fundamentales:
¿Existe un modelo para identificar y retener cuadros con alto valor estratégico en Morena, o siguen vigentes las líneas que abrió AMLO en 2018?
Morena ya no es solo un movimiento expansivo. El problema es que la inercia los sigue llevando a reproducir el reparto original de 2018. Y mientras eso siga sin actualizarse, el modelo se limita a sí mismo.
¿Cuál es el margen de error que puede permitirse la Presidencia hasta el 2027, especialmente en estados con competencia cerrada y gobernabilidad frágil?
Ganar con menos margen no siempre significa debilidad, pero sí obliga a recalibrar. Eso no solo presiona al partido, también reactiva a aliados que saben leer el proceso como el PVEM y el PT, que estarán atentos a lo que se discuta sobre reelección.
¿Qué jugada tiene prevista CSP para evitar que la nueva Comisión de Evaluación opere como casa de apuestas con línea sesgada contra su propio liderazgo?
En cada órgano que crea un partido político siempre surge la pregunta a quién va a responder. En el PRI, las lealtades mutaron a medida que se debilitaron los liderazgos territoriales. En el PAN, la disciplina se ha mantenido en su establishment, más o menos. Morena entra ahora en esa discusión con su Comisión de Evaluación de Candidaturas.
En ningún mercado puedes aspirar a tener ventaja eterna. Así como los partidos, la ventaja solo cambia de forma. Eso aplica para Rufus en el Westgate, pero también para un partido como Morena ante su reunión del 20 de julio.
El riesgo no está en perder elecciones. Está en operar como si el margen no se hubiera cerrado. Hablan de filtros, de blindar candidaturas, de mejorar el perfil de quienes entran. Suena bien. Pero también puede ser puro wishful thinking.
Como lo escribí la semana pasada, habrá quien siga apostando desde la emoción, colocando jugadas loquísimas con muy bajo retorno, à-la-Adán Augusto, y habrá otros que solo entren cuando detectan una linea específica con un valor altísimo. Ojo aquí, porque de esos puede estar lleno el próximo Congreso federal.
La pregunta es si Morena está diseñando una estructura para atraerlos o para mantenerlos fuera.
Hemos platicado de Rufus en otras entradas. Es un apostador profesional y creador de Unabated, página que suma las líneas de todas las casas de apuesta y da la mejor basada en probabilidades y ventaja.